La idea de que en un momento dado de un relato cualquiera pudieran ocurrir tantos sucesos como es dable imaginar y relatarlos todavía hoy me hace agua la boca. Era la combinación de "Rayuela" y "La Biblioteca de Babel", y de un modo intuitivo se percibía que algún efecto imprevisto debería llegar de la mano del número, del orden y la magnitud. En términos ideales era inabarcable. Pero en la práctica podían pensarse un conjunto de reescrituras antitéticas, inconexas, discordantes. Costaba. Claro. Cómo no iba a costar. Pero se podía.
Sin embargo, seguimos siendo lineales. En el mejor de los casos.
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1 comentario:
Solo para decirte que yo leo su blog... Y preguntar: ¿a que se dedica?
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